En esta ocasión mis pensamientos se van
hacia algo de lo que tenía ganas de hablar. Todas y todos los que nos dedicamos
a trabajar la actualidad informativa para un medio de comunicación, hemos
sufrido ese momento en el cual debemos grabar las declaraciones de una persona
y solo tenemos esa oportunidad para hacerlo, automáticamente se genera en todo
el grupo de reporteros/as e
informadores, la ansiedad y el egoísmo por
ser los mejor colocados, por tener las mejores imágenes y conseguir que nadie
se coloque delante de tu objetivo o tu micrófono. Visto desde fuera, no me
extraña que nos comparen con animales carroñeros, pues nos damos empujones y
pisotones, estamos unos encima de otros, a veces nos gritamos con ira y todo
por conseguir esa imagen ese sonido irrepetible, ¿irrepetible?. Es normal que este tipo de
situaciones se desarrolle en la vía pública a ojos de todo aquel que en ese
momento esté por ahí, es todo un espectáculo lamentable, aunque una vez
terminado todo, volvemos a ser colegas,
pero ese momento anterior nos despoja de cualquier razón cuando pedimos que
respeten nuestro trabajo, nosotros mismos,
con nuestra mala educación nos estamos desacreditando, aunque después
defendamos nuestra profesionalidad. Hay maneras de desarrollar ese mismo
trabajo de forma más profesional y digna, tanto para nosotros mismo como para
la persona que nos ofrece gratuitamente sus declaraciones y a la cual, también
en muchas ocasiones ofendemos con nuestra actitud carroñera. Siempre he
defendido que estos momentos hay que planificarlos, dialogando entre todos los
medios allí reunidos y organizar una rueda de prensa in situ, donde todos
podamos trabajar, no solo el buitre que llegue primero.
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